Santes Creus

Escapada a Santes Creus

 

 

 

 

Quiero terminar el año con una publicación de una escapada muy especial: Santes Creus. El monasterio cisterciense de Santa María de Santes Creus se encuentra en el municipio de Aiguamurcia, en la comarca del Alt Camp (Tarragona). La Orden del Císter, que fue creada por 13 monjes benedictinos a finales del siglo XI, llegó a la Península Ibérica poco antes de mediados del siglo XII gracias al apoyo de la realeza como forma de asegurar los territorios que iban conquistando a los musulmanes.

 

El origen de este monasterio se remonta al año 1150, cuando Don Guillem Ramón I de Montcada, miembro de la Casa de los Montcada, hizo donación de la finca Valldaura, cerca de Cerdanyola del Vallès, en la provincia de Barcelona, a la abadía cisterciense de la Grandselve, cerca de Toulouse, para la construcción del monasterio de Santa María de Valldaura, pero la falta de agua y lo estéril de las tierras provocó que este primer emplazamiento no terminara de considerarse el idóneo por los monjes. Hay que tener en cuenta que los monjes para fundar un monasterio buscaban un lugar cerca de agua (para regar sus huertos), un bosque (para tener madera) y una pedrera (para tener piedra con que construir el monasterio).

 

En 1155 Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, tal y como también hacían los monarcas de Castilla y León, consideró que sería una buena estrategia de consolidación contra los musulmanes fundar nuevos monasterios en sus territorios (política de la que también surgieron Poblet, Vallbona de las Monjas y la cartuja de Scala Dei) concedió a esta orden unas tierras en Ancosta, cerca de La Llacuna, en la comarca de Anoia, aunque éstas tampoco terminaron por considerarse adecuadas por la falta de agua.

 

Finalmente, el emplazamiento adecuado se logró en 1158 cuando el senescal Montcada, que quería convertir la nueva fundación en su panteón familiar (y lo logró), consiguió que una serie de nobles cedieran unas fértiles tierras a orillas del río Gaià, con abundante agua, que los monjes sí consideraron adecuadas para garantizar la economía del monasterio.

 

Las obras del nuevo monasterio se iniciaron en 1174 y quedarían terminadas entre fines del siglo XII y comienzos del XIII.

 

Al llegar a Santes Creus nos encontramos con la antigua portería, accediéndose al monasterio a través del Arco Real o Puerta de la Asunción, que da a la plaza de Sant Bernat Calbó, donde se encuentran a cada lado edificaciones de servicio al monasterio, donde se situaban las casas de los monjes jubilados, talleres, establos, almacenes, viviendas de criados y hasta un hospital de pobres. Actualmente se encuentra el ayuntamiento del municipio.

 

 

En la próxima fotografía podéis ver el precioso claustro.

 

 

Y en esta podéis ver el impresionante rosetón.

 

 

A mediados del siglo XIII, Santes Creus se convirtió en patronato real porque el Rey de Aragón Pedro III el Grande decidió convertirlo en panteón real, dejándolo así escrito en su testamento en 1282.Fue su hijo el Rey Jaime II el encargado de cumplir los deseos de su padre de ser enterrado en el monasterio y, a estos efectos, promovió la construcción del mausoleo de su padre y el de él mismo y su segunda esposa, Doña Blanca de Anjou, que fueron colocados a ambos lados frente al ábside central en el crucero de la iglesia.

 

El Sepulcro de Pedro el Grande († 1285), que fue rey de Aragón, de Valencia, de Sicilia y conde de Barcelona, fue construido entre 1291 y 1307, que como anécdota diré que fue necesario traer de Sicilia una bañera romana de pórfido rojo, decorada con cabezas de león y dos argollas sujetas por sus garras, a la que se le añadió una tapa lisa elíptica de jaspe para convertirla en sarcófago.

 

 Sepulcro del Rey Pedro el Grande

 

Otra cosa interesante es que a sus pies, en el suelo, se encuentra la tumba de Roger de Llúria († 1305), almirante de la flota de la Corona de Aragón y de Sicilia.

 

El Sepulcro del Rey Jaime II de Aragón († 1327), con los mismos títulos que su padre, y su segunda esposa, Doña Blanca de Anjou († 1310), está al lado del sepulcro de su padre, dándose cumplimiento así a sus disposiciones testamentarias.

 

 

 Sepulcro del Rey Jaime II de Aragón y Doña Blanca de Anjou

 

Es un conjunto monumental magnífico que vale la pena visitar y al terminar, por supuesto, nos fuimos a comer.

Esta vez probé, por recomendación de unos amigos que viven en la zona y que nos acompañaron a visitar el monasterio, el restaurante Catalunya, que se encuentra justo en el exterior del complejo al salir por la puerta de la Asunción.

Nosotros nos decidimos por el menú diario por importe de 12€.

De primero, elegimos ensalada de la casa, ensalada catalana, ensalada de tomates y salmón y canelones (caseros muy ricos) y, de segundo, sardinas, pollo en salsa (muy sabroso), chuletas de cordero con patatas y carrillera (galtas) en salsa (tierna y deliciosa). Y de postre, flan con nata, crema catalana y bizcocho casero.

 

Ensalada de la casa

 

Ensalada catalana

 

 Canelones

 

 Ensalada de tomates y salmón

 

 Chuletas de cordero con patatas 

 

Carrillera (galtas) en salsa con castañas

 

 Pollo en salsa con ciruelas y pasas

 

 Sardinas

 

 Postres

 

Recomiendo el restaurante por su relación calidad precio y por sus platos caseros, abundantes y sabrosos.

Y antes de terminar comentar una anécdota muy curiosa y es que nuestros amigos de la zona crían mariposas reina que están en peligro de extinción y justo esos días nacieron unas cuantas y a una de ellas la bautizaron con el nombre de Noelia. ¡Qué pena que vivan tan poco tiempo!

 

 

Espero que os haya gustado esta publicación y prometo no tardar tanto en publicar.

 

 

 

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Os invito a que hagáis una escapada o visita turística de las que propongo en este blog y ya de paso a que probéis uno de los restaurantes recomendados. ¿Os animáis?

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