Disfrutando de Sitges.

 

 

Yo en el paseo marítimo de Sitges con la iglesia parroquial al fondo.

 

Siempre me ha gustado Sitges. Es uno de aquellos lugares con encanto de los que nunca te cansas. Lugar de vacaciones para algunos y de residencia habitual para otros. Yo misma estuve viviendo en este bonito pueblo durante un año y disfruté mucho su microclima, su belleza y su ambiente.

  

El nombre de esta pequeña población de la provincia de Barcelona tiene su origen en la palabra “sitja”, silo en castellano, almacén hondo que se utilizaba antiguamente para almacenar el grano.

 

Si vais a Sitges, os aconsejo que deis un bonito paseo desde la iglesia parroquial de Sant Bartomeu y Santa Tecla hasta la playa de San Sebastián pasando por el palacio de Maricel.  Este actualmente se ha convertido en un museo que se puede visitar así como la casa Barcadí.

 

Paseando por sus calles se puede observar el estilo colonial de muchas de sus casas construidas por sitgetanos que hicieron fortuna en América durante el siglo XIX gracias al Decreto de Libre Comercio con América de 1778. 

 

Y, saliendo de la villa hacia el Garraf, se encuentra el fascinante Puerto de Aiguadolç, con sus construcciones blancas tipo ibicenco y donde se encuentran muchos restaurantes así como bares para tomar algo.

 

 Port d'Aiguadolç

 

Siempre ha sido una villa con una gran actividad económica y turística. Aquí se desarrolla, entre otros, el famoso festival de cine fantástico y de terror de Sitges, el carnaval, la noche de los muertos vivientes o zombie walk o sus múltiples congresos y conferencias.

 

Y respecto de la recomendación gastronómica, que no podía faltar, de la mano de una sitgetana de toda la vida buscamos el mejor establecimiento en relación calidad precio: el restaurante “Bon Estar” de Sitges  (c/ de Parellades, 61, tel. 93 8943493), al que fue un amigo mío inglés a probar hace unos días y le encantó. Y yo me quedo, por ahora, con ganas de probarlo. Aquí dejo el resumen de sus comentarios:

 

“Gracias al buen consejo de A comer con Noelia, mis amigos y yo cenamos en este encantador restaurante en Sitges una noche de mayo. La noche anterior no conseguimos mesa por estar el restaurante lleno, por lo que volvimos a intentarlo y, esta vez, habiendo reservado previamente, sí que conseguimos mesa.

 

Del Menú del día (excepto sábado noche, domingos y festivos), elegí ravioli de salmón ahumado y, a continuación, rape con guisantes y almejas y para terminar Mel i Mató, todo acompañado de vino tinto aunque seguramente hubiera sido más adecuado un vino blanco.

 

Raviolis de salmón

 

Rape con guisantes y almejas

 

Mel i Mató.

 

Los ravioli estaban muy buenos y en su punto y fue un excelente entrante que acompañaba a la perfección el plato principal. El rape tampoco me decepcionó. Estaba cocinado a la perfección, estaba sabroso y el simple acompañamiento de guisantes fue perfecto. La salsa quizás un poco fuerte para mi gusto pero por lo demás el plato era perfecto. El postre estaba igualmente delicioso. Mel i Mató es esencialmente un tipo de cuajada acompañado con miel, nueces y una pequeña galleta. Muy sabroso.

 

Después de tan deliciosa comida, también disfrutamos de la cuenta: 16,50€ por persona (3 platos y vino). Nos fuimos con muchas ganas de volver pronto.”

 

Así que ya sabéis donde pasar unos días en una villa encantadora, qué visitar y dónde comer. ¡Hasta pronto Sitges!

 

Y, a continuación, dejo los comentarios originales de mi amigo en inglés. Gracias Martyn por haber preparado tu fantástica opinión. Thanks Martyn for your fantastic report.

  

“Thanks to some helpful advice from A comer con Noelia (Eating with Noelia), my friends and I supped at this delightful restaurant in Sitges one evening in May. We had been turned away the previous night on account of them being fully booked; but this time we armed ourselves with a reservation and gratefully took our places at the dinner table.

 

From the Menú del Dia (Menu of the Day), I ordered the Smoked Salmon Ravioli to start, followed by Monkfish with Clams and then a traditional Catalan desert, Mel i Mató, all washed down with some lovely red wine of the house. (Conventional wisdom would probably have opted for white wine; but I was on holiday.)

 

The ravioli was good and not over-cooked, and made for a nice introduction to the main event. The monkfish - despite being one of nature’s ugliest animals - is also one of her tastiest, and this one did not disappoint. It was cooked perfectly, had a fine flavour (monkfish is also known as “poor man’s lobster”) and the simple accompaniment of peas was a good choice, complimenting the meaty fish. There was little to fault – perhaps the sauce was a bit too rich for my taste, but otherwise perfect.

 

Desert was equally delicious, albeit a little on the small side for an Englishman not unfamiliar with pudding. Mel i Mató is essentially cheese with honey, here also served with nuts and a biscuit. The cheese is similar to Mascarpone, with the consistency of Greek yoghurt. All very tasty.

 

After such fine food, we also enjoyed the bill: three courses and wine for €16.50 per person. We departed with (very) elated spirits and would be (very) pleased to make another reservation soon.”

 

Espero que os haya gustado esta nueva publicación y ¡hasta la próxima seguidores!

 

 

 

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Os invito a que hagáis una escapada o visita turística de las que propongo en este blog y ya de paso a que probéis uno de los restaurantes recomendados. ¿Os animáis?

SFbBox by psd to html