Beget

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Vista desde el puente medieval de Camprodón.

En esta nueva publicación os propongo hacer una preciosa ruta por la comarca del Ripollés (Girona), para visitar algunos de sus pueblos, y finalmente comer en el restaurante recomendado.

Comenzaremos dando un paseo y tomando un aperitivo en Camprodón, pueblo pirenaico famoso por su puente medieval y en el que recomiendo hacer la ruta histórica y caminar por el paseo Maristany, lleno de mansiones y casas preciosas.

Yo en el puente medieval de Camprodón.

Aquí nosotros tomamos el aperitivo en el bar del Casal de Camprodón, lugar de reunión con carácter, el cual está rebosante de gente, sobre todo, durante los fines de semana de la temporada de esquí ya que esta población es de paso para llegar a la estación de esquí Vallter 2000.

A continuación, vamos a tomar la carretera c-38 hacia Molló y luego la giv-5223 que llega hasta Castellfollit de la Roca. Tened en cuenta que esta carretera es muy estrecha y en algunos de sus tramos no caben bien los vehículos en ambas direcciones pero os puedo asegurar que vale realmente la pena por su maravilloso paisaje, sobre todo en otoño, y por los pueblos por los que pasareis.  Primero llegamos a Rocabruna, un pequeño pueblecito medieval, el cual podéis parar a visitarlo, y más adelante encontramos Beget, una joya medieval en medio de los pirineos, en el que no sólo la iglesia si no todo el pueblo en sí es precioso.

Rocabruna.

Yo en Beget.

El restaurante recomendado en esta población es el  restaurante del hostal el Forn (tel. 972 741230), un poco escondido pero desde el cual se ve una vista excepcional de parte del pueblo.

Se puede escoger menú de 17€ y de 20€ y nosotros probamos el de 17€. Ya hemos comido aquí en otras ocasiones y es muy recomendable por la relación calidad precio, el servicio y las preciosas vistas de la sala del fondo.

Vistas de Beget desde el restaurante.

De primeros platos comimos; patatas rellenas y canelones de verduras con queso de cabra, y de segundos; pies de cerdo y pollo con ciruelas y piñones (ambos platos muy sabrosos) y, de postres: flan con helado de café y tarta de manzana.

Patatas rellenas.

Canelones de verduras con queso de cabra.

Pies de cerdo ¡muy tiernos!

Pollo con ciruelas y piñones ¡muy rico!

Flan con helado.

Tarta de manzana.

Y después de comer ¿por qué no dar un pequeño paseo o incluso hacer la siesta en el rio que pasa por la población? Os puedo asegurar que se estaba genial. ¡Una auténtica delicia!

Y si hacéis esta ruta, ya me explicaréis qué os parece. ¡Hasta pronto seguidores!